Mientras tanto




Acá estamos
algunos privilegiados
parados entre dos cuencas
aprovechando
a la sazón
la abundancia pasajera
pensando en lo justo
sin vergüenza
reciclando consignas
alentadoramente viejas
diciéndole a los amigos
de sobremesa:
“cuando ocurra,
voy a estar en las trincheras”.

Acá estamos
los pocos privilegiados
que fuimos a la escuela
y por suerte aprendimos
que al final
todo se invierte
poco resiste
nada queda
y la verdad son esos charcos
que dejan las tormentas
el resto es carne de guión
voluntarismo
romanticismo
puras quimeras.

Acá estamos
los privilegiados mientras tanto
sacándole un buen mango
a la utopía
convalidando el ajuste necesario
de la autoestima
bajando
de vez en cuando
al fondo del abismo
y leyendo los domingos
a los poetas
esos tontos que siguen
insistiendo
“cuando parece que acaba
la vida empieza”. 

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