Alergia




Otra vez con alergia.
Ayer fue un día raro:
que el sol
que el viento
que a la noche refresca
que la humedad.
Sobretodo eso:
la viscosidad.
Todo saturado
todo pegajoso.
todo residual.
Uno transpira enseguida
y claro
lo que se moja
tarde o temprano
tiende a secar.
Sobretodo si hay viento.
Viento fresco.
Viento escurridizo.
Viento primaveral.
Está limpiando
dice un vecino que pasa caminando en mangas de camisa
fuerte como un nogal.
Va a ser un día hermoso mañana
Mauro
vas a ver como limpia
repite y se va.
Pero a mi la humedad se me queda
se me mete adentro
parece que me quiere devorar.
Le pongo la queja a mi mujer.
Y bueno 
me dice
que le vas a hacer
así es este lugar:
un charco;
¿no es lo que todos dicen?
¿qué acá cuesta respirar?
Entonces busco el inhalador
agarro la pala
y vuelvo a inclinarme sobre la tierra:
hija de puta
no me vas a ganar.


Los médicos dicen que la alergia viene de otra parte:
cosas que no se dicen
cosas que no se hacen
cosas que se quedan como encerradas
sin expresar.
Yo no sé bien que pensar:
si es que no digo las cosas
no cuento lo que me pasa
o estoy acá cuando quiero estar allá.
Yo agarro la pala y le meto.
Y cavo
y cavo
y le meto un poco más.
Y de tanto cavar me transpiro.
Más con esta humedad.
Y después el sudor se me seca en la piel
y me corre una especie de escalofrío
como cuando miro el cielo
y me doy cuenta
que no hay final.


Otra vez con alergia.
Mejor dejo la pala
y me siento un rato a respirar.
Descansá un poco
me dice mi mujer.
Pará un poco que te va a hacer mal.
Y yo le hago caso.
Si ella me lo dice, por algo será.

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